En la homilía, el prelado nos animó a los que celebrábamos la Eucaristía a vivir nuestra fe de la mano de María, y a dar testimonio de nuestra fe en la realidad de cada uno.
En la acción de gracias, se produjo un momento entrañable, pues D. Ángel, agradecía a nuestro Consiliario D.Antonio, su trabajo año tras año en Perú.
Tras la celebración bendijo el vinilo que presidirá la fachada de la Iglesia durante este tiempo celebrativo.
Fue un acto sencillo el que pudimos vivir todos juntos la grandeza de la Iglesia Universal.
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