lunes, 5 de diciembre de 2016

LA SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN Y EL BESAMANOS A MARIA SANTÍSIMA DE LA ENCARNACIÓN

El Tiempo de Adviento se intensifica con la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, donde se celebra el dogma promulgado por el Papa el 8 de diciembre de 1854, por el que se reconoce la pureza de María en la concepción del Hijo de Dios. Los religiosos franciscanos defendieron intensamente la limpieza de María en unos sermones celebrados en 1614 en la Catedral de Córdoba, frente a las discusiones mariológicas desatadas con otras órdenes mendicantes.

Nuestra Hermandad, por la veneración de la imagen de María Santísima de la Encarnación, celebra especialmente esta Solemnidad con la Eucaristía y el Besamanos en honor la Virgen. Como viene siendo tradicional desde hace muchos años, la Hermandad participará de esta Eucaristía que dará apertura al Solemne Besamanos en honor a María Santísima de la Encarnación. Para ello, se levantará un hermoso altar con cera y flor donde quedará entronizada la imagen. Destacarán dos espejos que completarán el conjunto en clara alusión a uno de los elementos descritos en las Letanías, espejo sin mancha. Los cirios que darán luz al altar están decorados con elementos de las propias letanías, extraídos del lienzo realizado por Juan de Juanes (1507-1579) en honor a la Inmaculada Concepción. Completa la iluminación del altar un cirio muy especial que iluminará por los No Nacidos.

La novedad este año radica en la forma en que se presentará la bendita imagen de María Santísima de la Encarnación. Siguiendo de cerca el pasaje del Apocalipsis de San Juan, donde se describe a una “mujer vestida de sol, con la luna debajo de sus pies y en la cabeza una corona de doce estrellas”, la Virgen vestirá de rojo y azul siguiendo de cerca los modelos propuestos por el pintor Francisco Pacheco y ampliamente seguidos en el arte pictórico español. Este artista, suegro de Velázquez, editó un tratado de pintura en 1649 donde propone que la Virgen debe representarse “en la flor de su edad, de doce a trece años, hermosísima niñanariz y boca perfectísima y rosadas mejillas, los bellísimos cabellos tendidos, de color de oro. De este modo María Santísima de la Encarnación estará expuesta a la veneración de los fieles en su parroquia y en su barrio y a sus pies se podrán dejar alimentos que la Hermandad entregará a Cáritas Parroquial para su reparto en estas fechas. LAUS DEO.

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