miércoles, 7 de abril de 2021

DOMINGO DE RAMOS 2021

Rafa Montero.

          El pasado Domingo de Ramos, 28 de marzo de 2021, fue una jornada intensa para nuestra querida Hermandad. La situación sanitaria actual impidió hacer Estación mayor en la Santa Iglesia Catedral, como marcan nuestras Reglas, pero permitió llevar a cabo el rezo del Vía Crucis con la presencia de hermanos, tal y como si la situación meteorológica hubiera hecho que la cofradía no procesionase. Así lo había acordado la Junta de Gobierno y así se llevó a cabo. Abrimos un período de inscripción para que los hermanos que lo desearan pudieran asistir a dicho acto, hasta completar el aforo permitido en el interior del templo. La Diputación de Evangelización preparó un Vía Crucis especial, con reflexiones de carácter dominico que enriquecieron espiritualmente el piadoso ejercicio. La Diputación Mayor de Gobierno preparó la Cruz de Guía y los faroles que fueron marcando cada una de las estaciones y la Diputación de Redes Sociales emitió en abierto el acto para que pudieran seguirlo los hermanos y devotos que no pudieron asistir en persona.

          En la mañana del Domingo de Ramos nuestra Hermandad estuvo representada en la Catedral en el Acto Penitencial, convocados por el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Demetrio Fernández.



          Tal y como se había anunciado en nuestros medios digitales, la Hermandad recibió a las 16h a los fotógrafos cofrades que lo había solicitado previamente. A puerta cerrada, pero cumpliendo con la normativa vigente en materia de distancia social, uso de mascarilla y gel hidroalcohólico, los profesionales de la cámara tomaron sus fotografías. Previamente a estos, la Hermandad llevó a cabo unas bellas tomas aéreas captadas por un drom y que ha dado como resultado el vídeo editado por la cofradía y titulado Desde el cielo del Cerro. Dicho trabajo ha sido donado por Miguel Viana al que agradecemos este gesto.

          Para el acto de veneración de nuestros Sagrados Titulares, la Priostía de la cofradía diseño un altar muy hermoso y cuidado que se ubicó en la capilla de la Hermandad. Allí, bellamente dispuestos estuvieron el Santísimo Cristo del Amor, que presidía, el Señor del Silencio y María Santísima de la Encarnación, expuestos sobre sus peanas de capilla. La capilla se vistió de ricas colgaduras y las imágenes estuvieron iluminadas por un hermoso juego de cera que realzaba la belleza del conjunto. La flor, otro elemento de ofrenda, también ocupó su propio espacio, contando con varios centros, el del Señor donado por un grupo de costaleros del Silencio, y un cojín corrido colocado a los pies de las imágenes. En definitiva, un altar extraordinario que quedará grabado en el corazón de todos los hermanos.

Pasión por Córdoba.

          A la hora exacta en que la cofradía debía poner su Cruz de Guía en la calle y estrenar la nueva puerta y rampa, dio comienzo el rezo del Vía Crucis presidido por nuestro Consiliario, Iltmo. Sr. D. Antonio Murillo. Quince hermanos que lo habían pedido fueron los lectores de cada una de las Estaciones, seguidas de las preces que rezaban todos los presentes. Contamos con acompañamiento de dos jóvenes que tocaron órgano y violín, interpretando piezas sacras entre las estaciones. El rezo del Vía Crucis fue seguido con máximo respeto por todos los presentes y en un clima de espiritualidad digno de destacar. El comportamiento de los hermanos fue verdaderamente ejemplar y muestra que, aunque la Estación de Penitencia es el acto más genuino que tiene la cofradía como acto de culto, los Hermanos del Amor sabemos vivir en profundidad y con madurez espiritual otros cultos como el Vía Crucis. Al acto asistió el Hermano Mayor de la vecina cofradía del Descendimiento, N.H. Manuel Aguilera, al que agradecemos su acompañamiento.

          Terminado el rezo del piadoso ejercicio, nuestro Consiliario impartió la bendición a los presentes sintiéndonos reconfortados por la oración. Seguidamente, la Priostía de la cofradía dispuso los bancos tal y como se tenía previsto para recibir a cuantos devotos deseaban venerar a nuestros Sagrados Titulares. En el horario previsto y con presencia de una dotación de Policía Nacional, abrimos las puertas de Jesús Divino Obrero. La cola de fieles fue muy llamativa durante todo el horario aunque ágil por motivos de seguridad sanitaria. En el trascurso del acto de veneración nuestra Hermana Mayor fue atendiendo de un modo personal a la Presidenta y Junta de Gobierno de la Agrupación de Cofradías, a las vecinas hermandades del Descendimiento y Vera Cruz, que hicieron sendas ofrendas florales, a la cofradía de la Misericordia, a los representantes de la Agrupación Musical Cristo de Gracia y de la Salud, que también hicieron sus ofrendas de flor a nuestros Titulares, al Grupo Popular del Ayuntamiento de Córdoba y a los medios de comunicación. A todos ellos nuestra Hermandad les da las gracias profundamente por su asistencia al acto de veneración.




          A las 21 horas y por indicación de la autoridad policial competente, la cofradía cerró las puertas de Jesús Divino Obrero, quedando en su interior el corazón de muchos fieles, devotos y hermanos que llenaron la iglesia de oraciones y peticiones. Un Domingo de Ramos que quedará para la historia de la cofradía como el Domingo de Ramos en que estuvimos junto a nuestros Titulares pero sin vestirnos de nazarenos y costaleros.

          Finalizamos esta breve reseña, con las sentidas palabras que nos dirigió N.H. Rocío Arranz García, Hermana Mayor, al término del rezo del Vía Crucis:

En nombre de la Junta de Gobierno de Nuestra Hermandad y el mío propio, queremos agradecer a todos los hermanos de la Hermandad del Amor, la participación en este acto tan emotivo en este día tan significativo para nosotros. 

Hermanos, en estos momentos tan duros no perdamos la Fé, las cosas llegan en el tiempo indicado. Las cosas llegan cuando Dios, permite que lleguen. Cuando menos acordemos, tendremos un Domingo de Ramos en la calle donde Nuestros Titulares brillarán por nuestras calles, camino de la Santa Iglesia Catedral. Este año nos toca vivir otro Domingo de Ramos con Fé y Esperanza acercándonos a Dios y a la Virgen en oración. 

Dirijamos la mirada al Santísimo para rezar por quienes nos rodean, por nuestras familias, por nuestros vecinos, por nuestros amigos y roguemos a Santa María siempre Virgen para que derrame sobre nosotros su protección y nos permita gozar de futuras salidas procesionales. Y finalmente, no olvidemos que el próximo domingo, el Señor resucitará para todos y ese es el centro en la vida de un cristiano y por tanto de un cofrade.

Que el Santísimo Cristo del Amor, Nuestro Padre Jesús del Silencio y María Santísima de la Encarnación os guarden y protejan siempre.

FELIZ DOMINGO DE RAMOS, HERMANOS.

Rocío Arranz García

Hermana Mayor



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