miércoles, 10 de julio de 2019

LA HERMANDAD EN LA SOLEMNIDAD DEL CORPUS CHRISTI

          Un año más nuestra Hermandad del Amor estuvo presente en la Solemnidad del Corpus Christi que se celebró en la Catedral de Córdoba el pasado domingo 23 de junio. Nuestra Hermandad Mayor asistió, como corresponde, al pontifical que estuvo presidido por S.E.R Demetrio Fernández y concelebrado por los canónigos del Cabildo y numerosos sacerdotes de la diócesis.

          Terminada la Eucaristía se formó la procesión en la que se integraban todas las cofradías de penitencia y gloria de la ciudad, el Seminario Menor y Mayor, los sacerdotes y los canónigos de la Catedral. Nuestra Hermandad quedó representada en el cortejo mediante el Estandarte corporativo y dos oficiales de la junta de gobierno con vara escoltando a la Hermana Mayor.
Además, la Hermandad, siguiendo la antigua tradición de levantar un altar portátil al paso de SDM, volvió a instalar un hermoso altar en el lugar que viene haciéndolo en los últimos años. Para esta ocasión, la Priostía de la cofradía dispuso un bello conjunto artístico de dos cuerpos en torno a la antigua imagen de San José que se venera en la Parroquia de Jesús Divino Obrero procedente de la antigua ermita de la Magdalena.

          El cuerpo alto del altar contó con un doselete circular que lucía unas antiguas caídas bordadas, de ahí se abría un bello cortinaje color carmesí donde se ubicó la imagen dieciochesca del Santo Patriarca que se alzaba sobre la antigua peana del Cristo del Amor que estaba decorada también con unas caídas bordadas. Delante, sobre unas columnas, dos jarras con fanales de clavel blanco y espigas y unos candeleros con cera que iluminaban el conjunto. A ambos lados del dosel central, se colocaron dos doseletes con caídas bordadas que albergaban las jarras de orfebrería y unas piezas de candelería con cera. Completaban el conjunto unas piezas de platería antigua. Un extraordinario frontal de altar en damasco carmesí enriquecido con patas bordadas cubría todas las mesas que se dispusieron simétricamente.

          El cuerpo bajo se componía de una antigua mesa de altar de la Parroquia vestida con un paño blando bordado y un extraordinario encaje de tul bordado en hojilla. Sobre la mesa se dispusieron los elementos iconográficos que marca la tradición eucarística, el pan, el vino y el propio Evangelio sobre un antiguo atril. Centraba la mesa un lienzo antiguo del tesoro de Jesús Divino Obrero al que se le puso un marco de telas con moñas y una cartela con la paloma del Espíritu Santo. A ambos lados y cerrando el cuerpo bajo, se colocaron los dos extraordinarios blandones de la Parroquia. Sin duda, un armonioso y bello conjunto artístico que dotaba de mayor plasticidad a esta solemnidad litúrgica.

LAUS DEO.






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